Las sombras de la muerte y el delirio de persecución.

 

"Pregunta, ¿por qué decidimos hablar en voz alta cuando estamos solos?
Conjetura ¿Cómo sabemos que lo estamos?"

-Doctor Who

Cuantas veces no hemos tenido esa extraña sensación en la nuca, esa impresión de creer que alguien o algo nos está persiguiendo por la calle, que nos están mirando. 

Para los hebreos la imagen de un inframundo donde los muertos viven en la sombra era un hecho muy real.

Las "sombras de la muerte" son criaturas del tipo muertos vivientes, las cuales se forman en las tinieblas y drenan la fuerza a los seres vivos, seres tan oscuros que sólo son visibles con una luz muy brillante, mientras que el resto del tiempo parecen sombras comunes.

Estas pueden acechar a sus victimas durante días, esperando por el momento donde poder atacarlos, entonces, con solo su tacto frío entumecen las articulaciones de su presa, la cual queda casi paralizada, perdiendo, entre otras cosas, los sentidos del olfato, el tacto y el oído. En ese momento, la sombra comienza a drenarlo hasta dejar su cuerpo sin energía y la víctima pasa al plano material negativo, dejando sólo su sombra en el plano material primario. 

El sentirse acechado es una experiencia muy común desde tiempos inmemoriales, sobre todo en ciertas situaciones y momentos. Sin embargo, como todo en la vida, hay algunos casos donde las personas en verdad creen que esto les está ocurriendo, un sentimiento casi tangible que se denomina delirio de persecución o persecutorio. 

Esta patología consiste en la falsa creencia de que uno está siendo perseguido o acosado, una idea completamente irracional y sin ningún tipo de base que la sustente. La persona que lo padece tiende a creer o a llegar a conclusiones totalmente erróneas a partir de cosas que suceden en realidad y esta idea persiste de manera firme a pesar de todos los datos que se le presenten para contradecir o desmentir esta creencia.

Aquellos que padecen de este delirio llevan vidas llenas de ansiedad, debido tanto a la creencia de que las persiguen, como al hecho de que su entorno u otras personas intentan convencerlas de que no es real lo que dicen o creen.